México, sus líderes sindicales
Crucero Político
José Luis Loyo Ochoa
Noviembre 30/05
México, sus líderes sindicales
¿Los males necesarios?
José Luis Loyo Ochoa
Noviembre 30/05
México, sus líderes sindicales
¿Los males necesarios?
Veracruz, Ver. Siendo por demás recalcitrantes debemos de insistir en un mal que del México nuestro es, esa ancestral costumbre que tenemos de la adoración a los ídolos de barro, bien en deidades religiosas, en políticos o en sus líderes sindicales, pero el caso es que nuestra idiosincrasia estriba en mantenernos unidos siempre a la idolatría que no nos permite emerger por si solos sobre los problemas que nos aquejan.
Al igual que cuando somos niños recién nacidos, que no podemos dar un paso sin que no recibamos la ayuda, bien materna o de cualquier familiar, toda la vida del mexicano va ligada al ir apoyado por algo o por alguien, y es aquí donde el que tiene un poco más de inteligencia que el común denominador toma el liderazgo para hacerse de todo aquello que, quienes formamos el grueso de la borregada no sabemos aquilatar para el bienestar tanto nuestro como el de nuestras respectivas familias. Repetimos, ese algo que nos hace buscar siempre el cobijo de quien creemos es más fuerte o poderoso que nosotros forma parte fundamental de nuestra idiosincrasia y es ancestral.
De ahí que, cuando alguna persona que labora en tal o cual empresa sobresale de todo el grupo, bien por acciones o bien por su elocuente expresión verbal, los demás sigan a quien desde ese momento el darán el título de líder, y dicho título será dado aún sin haber una consulta previa, sin saberlo, todo el grupo se habrá puesto de acuerdo para que quien demuestra ser más parlanchín o aventado que los demás, se yerga sobre los demás como líder natural, esa es la forma en que el débil, sin saberlo, busca quien les proteja y apoye con sus jefes para conseguir las mejoras que por si solos nunca podría haberse conseguido, no es su culpa, es parte de nuestra humanidad.
Las religiones mismas son un claro ejemplo de lo escrito en éste espacio, cuando se va a una iglesia o templo, se asiste para dos cosas, o para dar gracias por favores que en creemos haber recibido o bien para pedir el apoyo para recibir favores o milagros.
Lógicamente, quienes se eligen como líderes no habrán de trabajar por el solo hecho de servir a aquellos que esperan que todo se les dé, quizá los inicios del sindicalismo y aquellos primeros líderes hayan tenido en su pensamiento esa virtud de ayudar por el solo hecho de brindar el bienestar a sus compañeros, pero, que decir del empresario, de aquel que, al unirse la clase obrera veía que sus posibilidades de seguir amasando fortunas con el abuso del trabajador sería cada vez menos sus capacidad de hacer los billetes ansiados, es aquí cuando surge en el sector obrero, lo que hoy conocemos con el nombre de la CORRUPCION, de ese cáncer que no fue el invento del empresario, sin embargo si fue éste quien le dio la categoría de enfermedad terminal que hoy tiene.
AHORA BIEN, existen de líderes a líderes, quienes aún y cuando no han sido madres de la caridad, si han respetado a su gremio, a la clase obrera, a quienes les elevaron al lugar que hoy algunos de ellos ocupan, consiguiéndoles ventajas y prerrogativas que el gremio sin solo sin ese líder no habría podido conseguir jamás. Becas para estudios de sus hijos, bonos por producción, derechos a vivienda, servicios médicos y más.
NO TODOS los líderes en éste México nuestro pueden darse el gusto de ser bien vistos por sus respectivos gremios, desgraciadamente son más los acendradamente corruptos y menos los que, aún y cuando se han subido a los cuernos de la luna si han visto por su gente, por aquellos que les dieron el voto de confianza para ver por ellos.
Nacionalmente podemos citar, salvo mejor opinión, solamente a dos de éstos líderes, y es que en verdad resulta difícil el buscar, entre todo ese inmenso grupo de gente que se erigen a si mismos en pastores de los rebaños a un número más nutrido de ellos, el que ahora tengan fortuna no es en modo alguno que se hayan desentendido del velar y cuidar de los intereses de su gente, repetimos, son líderes, no santos ni menos aún madres de la caridad, luego entonces es, en cierto modo, aceptable el hecho.
Margarito Montes Parra, un líder de quizá el más numeroso grupo de ciudadanos de los extractos sociales más variados del País, los mismo están sus filas campesinos, obreros e incluso profesionistas y vendedores ambulantes, es esta agrupación un crisol de los más variados géneros humanos, y como vemos, al existir en sus filas profesionistas, es por demás pensar lo difícil que puede resultar querer actuar de modo poco honesto, la respuesta sería desastrosa para el líder que así se comportara con éste gremio. Pero la gente agrupada aquí quiere a sus líder, le sigue y, lo que es más importante, cree en él y en sus acciones para con ellos, luego entonces estos hechos nos demuestran que es la excepción que confirma la regla.
En la actualidad se estima en más de UN MILLON de afiliados a éste organismo que se llama Unión General Obrero Campesina Popular
El otro líder que, repetimos, salvo su mejor opinión es quien merece el día de hoy éste nuestro espacio es líder de los trabajadores ferrocarrileros Víctor Félix Flores Morales.
Este personaje ha sido Diputado Federal por dos ocasiones, líder de su gremio por tres períodos seguidos y líder del Congreso del Trabajo también por dos ocasiones, incluso ya se oye su nombre como posible candidato a una próxima senaduría, y si usted mi estimado lector tiene por ahí algún otro líder que pueda con hechos ser merecedor de llamarse líder, le agradeceríamos nos haga el favor de decirlo, pero por favor, no vaya a sacar el nombre del seudo líder del los trabajadores de la industria azucarera, el pillo de más siete suelas que es el Ramos Rodríguez, ese que si su progenitora confiara en él, seguramente a ella misma robaría. Y bien estimado lector, esperamos su opinión en loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com