Veracruz y Jalapa ¿Van?
Seudo políticos tramposos
José Luís Loyo Ochoa
Mayo 30/08
Seudo políticos tramposos
José Luís Loyo Ochoa
Mayo 30/08
Veracruz, Ver. MX. Antaño, años atrás, cuando arribaba uno a la ciudad Capital Jalapa, obligado era un abrigo y un paraguas, años bellos que están en ahora solamente en aquel recuerdo de quienes vamos entrando en el vertiginoso remolino de los años idos. Hoy la Capital que antes fue considerada la ciudad de las flores luce un desolador panorama del cual todos sus habitantes han sido culpables, no solo los gobernantes, sean municipales o estatales, sobre todo aquellos que arribaron procedentes de otros lares y por ello no le tienen el amor que se tiene a la cuna donde se nace.
Igual sucede en mi querido puerto, recordar los años nos evoca a la añoranza, revivir los abuelos cuando nos llevaban de paseo a ese que fuera nuestro bello Malecón del paseo y que disfrutábamos comiendo cacahuates, naranjas con chile o tirando la baba con aquel ventrílocuo del muñeco pícaro que piropeaba a las damas y hacia mofa de sus varones al corear de los que hacíamos rueda para verle y oírle, eran los años cincuenta, cuando los perros se amarraban con longaniza y no se la comían, cuando todos podían poner en sus mesas un pedazote de carne, un rico puchero con auténtico pollo y en la mesa había una rica jarra con agua de fruta de la temporada, sin faltar la sabrosa salsa que daba toque al platillo, donde no podían faltar los frijolitos de la olla y las tortillas de mano.
De la capital del Estado podemos recordar ese bello aspecto pueblerino que nos hacía ir por sus calles tratando de cubrirnos de la lloviznita que caía al bajar la tarde, el abrigo y el paraguas que se abría era parte del paisaje, la gente se saludaba entre si y, en aquellos tiempos la delincuencia máxima la componía algún beodo consuetudinario que lanzaba algún piropo poco amable a las damas, fuera de eso no había más daño para nadie, igual sucedía en mi puerto, donde ya hemos expuesto que se dormía con las puertas abiertas y nadie osaba meterse a la vivienda de nadie, pero, tanto en nuestras ciudades como en los pueblos la gente era oriunda de ellos, todos nos conocíamos entre si y confiábamos toda la ciudadanía en nosotros mismos.
Hoy la situación ha cambiado, nuestra entidad se ha cubierto de fuereños que, viniendo a nuestro terruño para lograr un nivel de vida mejor al que tenían en sus lugares tierras, lejos de agradecerse a si mismos por esa oportunidad, denigrar y maltratan todo sin que les importe un bledo, ignoran el concepto de lo que significa el respeto hacia uno mismo y menos aún saben lo que es el amor a una tierra que los parió.
Pero ello es tema de otro espacio, hoy queremos abundar en lo que a nuestro juicio debe de hacerse para lograr el mejoramiento de nuestras patrias chicas, cosas que quienes son autoridades, conjuntamente con la ciudadanía deben de de tratar de llevar a cabo para el bienestar de de nuestros ciudades, para devolverles aquellos estatus de vida que nuestros abuelos nos dieron para bienestar de todos, juntos, la ciudadanía de bien debe de pugnar por erradicar lo malo igual a los montes y campos donde la mala hierba se corta de raíz para evitar que contamine la buen siembra y los frondosos árboles, todo el pueblo de dar su grano de arena para hacer el logro de recuperar lo bello de nuestros terruños, quienes no quieran participar deben de ser relegados para procurar avergonzarles.
Una de las necesidades básicas de la Capital del Estado sin duda alguna es en el aspecto de la nomenclatura de sus calles, resulta penoso que, en la mayoría de los casos no sepa ni el mismo jalapeño como se llama la calle que colinda con la casa donde vive, y no es en modo alguno una forma de critica negativa, es algo que beneficia tanto a la ciudad y a sus servidores públicos, en éste caso al alcalde y comuna, administraciones pasan sin que hasta el momento alguna de ellas tratado de observar ese punto que, sin duda alguna el turismo requiere, ese tipo de información tanto para el lugareño como a el visitante le resulta de primordial importancia, sobre todo por las características de la Capital, la cual tienen calles que cambian de nombre en una sola cuadra o las que van en curva con otro nombre pasando la esquina, pero a nadie vemos que preocupe esa pésima información.
En mi puerto, el centro histórico está peor que cuando sus calle se componía de piedras conocidas como chinos, hoy, en su paseo por ese centros mal llamado histórico puede ir arriesgándose ha romperse un tobillo o de plano una pierna, ello si bien le va, no existe por la avenida principal llamada Independencia una sola banqueta de vergüenza, todas están rotas o con los registros resquebrajados, los cuales se rompen a su paso por ellos, y ahora con sus famosos PANQUIMETROS tendrán el descaro de cobrar cual si todos esos muladares fueran banquetas transitables para bienestar del ciudadano, muchas de sus partes están que, para no caerse tiene usted que bajarse al paso vehicular con doble riesgo dado al proliferación de TARAPIDOS (tarados estúpidos), que conducen autos, motocicletas, bicicletas y triciclos sin el mínimo de precaución.
Hemos tenido autoridades de todos colores y de todas las mañas, pero todas las que han llegado vienen con peores mañas que las que se han ido, el nefasto alcalde del cuatrienio que nunca nadie investigo a fondo la catástrofe de aquel 31 de Diciembre que dejó más de tres decenas de muertes, el mismo que recién corrieron vergonzosamente de la justa deportiva del sábalo de plata, competencia donde se supone está la representatividad de lo más selecto de la sociedad veracruzana, pero a la cual ese nefasto sujeto también y ya fiel a su costumbre quiso hacer sus trampas acostumbradas, poniendo de manifiesto esa clase de autoridades que hemos padecido los veracruzanos, y lea usted que nunca pongo el vocablo “jarocho” por la sencilla razón de que somos porteños, no criadores de cerdo cual es el significado del vocablo “jarocho”. Mismo que sin lugar a dudas es el que debe de aplicarse a sujetos como el mencionado ex alcaldito.
En fin, son tantas las necesidades que tienen nuestros terruños que quienes tienen hoy la autoridad en sus manos deben de tratar de devolver a nuestras patrias chicas el orgullo y amor de antaño, de Jalapa puede se logra algo con David Velasco, pero del puerto quizá veamos terminar la administración sin gloria pero esos si, con mucha pena, y es que los que hoy vemos hacer y revolotear el poder no son ni el alcalde ni a los ediles, sino a ese grupo de parientes políticos del alcalde que se han adueñado de la ciudad y la tienen al igual que botín de guerra, causando desilusión en todos los que tratamos de cambiar los azules por los tricolores.
Por último pedimos una disculpa por la ausencia del espacio pasado, pero cuando atacan los trigricélidos (o como se llame), no quedan ganas de nada, por favor mil disculpas y no olvide nuestros correos electrónicos desde donde con gusto trataremos de atenderles: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com