Héroes y villanos
Veracruz sigue en píe
USA y los seguros

José Luís Loyo Ochoa
Septiembre 27/10




QUIEN CON EL SUFRIMIENTO DE OTROS SE BENEFICIA ROBANDOLES NOS DEMUESTRA SER UN SER DESPRECIABLE J. L. L. O. 27/09/10




Veracruz, Ver. MX. Mientras nutrido grupo de mexicanos se dan a la tarea de celebrar a júbilo y jolgorio el bicentenario del inicio de la Independencia de México, los Estados al sur del País estamos viviendo días de interminable angustia, sumando cientos de miles a quienes han perdido todo su patrimonio, quedando únicamente con lo que, el momento de la desgracia traían puesto, nada más.

Dicen que las penas engrandecen el espíritu y fortalecen el alma, pero crea usted amable lector que los veracruzanos nos sobramos en cuanto la fortaleza del espíritu. En cuanto a la grandeza del alma ya lo dijo el flaco de oro Agustín Lara, nacimos para reír y llorar y mofarnos de nuestra propia desventura, somos más fuertes de lo que simple vista pueda parecer, uno de nuestros emblemas es, sin duda alguna, las palmeras, esa gigantesca y al mismo tiempo mechuda vara que soporta los incandescentes soles porteños y los azotes de los vientos huracanados que, las hace doblarse pero nunca las pueden quebrar, raíces profundas adheridas fuertemente al suelo que las parió, incluso hasta sin agua viven con la cara al sol, demostrando que, cuando se es noble de nacimiento nada ni nadie podrá doblegarnos, ni en nuestro dolor ni en nuestro orgullo.

Haber nacido en éste suelo llamado Veracruz es más que una bendición, y doblemente a orgullo bien llevado si hemos tenido la fortuna de ser veracruzanos porteños, Estado y ciudad porteña, créame usted amable lector, quienes hemos andado fuera de la patria y allá, por tierras lejanas nos preguntan nuestro origen, con orgullo y alegría decimos cual es nuestra patria chica, Veracruz. Muy cierto es que también tenemos fama de holgazán, pero demostrado queda que cuando se trata de sobarse el lomo lo sabemos hacer mejor que cualquier otro, de sol a sol y, si el caso lo requiere de luna a luna también, entona el cántico el jaranero mientras el pescador levanta las redes nutridas de peces.

No hay dolor que el veracruzano no sepa sortear y, después de haberlo sufrido hacer del dolor una canción que lleva la alegría propia de nuestra tierra, así somos, sabemos reírle a la desgracia y aceptar el infortunio sin emitir un quejido, sabedores de que habremos de levantarnos nuevamente para seguir en la brega luchando sin descanso, emergiendo y sabiendo salir airosos de las pruebas que nos presente la madre naturaleza, no retamos al infortunio, sencillamente lo aceptamos como lo que es, algo fortuito que nos deja nueva enseñanza para poder sortear en el mañana.

Muchos millones suman ahora nuestra ciudadanía, pero permita usted decirle que de esa suma muchos son los que han venido de otras tierras ha aposentarse aquí, por lo tanto el sentir de ellos dista en mucho de ser el nuestro, las quejas y lamentos vienen de aquellos que, no habiendo nacido en ésta tierra no saben aceptar los retos de madre naturaleza del modo que los veracruzanos lo hacemos.
Pero ahora que estamos en desgracia toquemos un punto que puede doler a muchos pero que no deja ser una gran verdad, somos copiones de lo que los güeros de allende el Río Bravo hacen, pero copiones de lo malo, incluso el problema de las drogas nos viene con todo lo que les duela, de ese País, fue allá donde se generalizo el uso y abuso de drogas y bebidas, y aquí en nuestra Patria lo copiamos por creer que es muy bueno. Los capos de las mafias nacieron por mercar esas drogas para ellos, y ahora nos llenan México del excedente que ellos dejan de consumir por la persecución que hacen contra las mafias, pero la persecución es contra las mafias mexicanas, no contra las mafias de ellos que les pagan a los mafiosos nuestros con armas y billete verde.

Hasta aquí vamos copiando lo malo, pero pocos somos los que tratamos de copiar buena costumbre como lo es el de asegurarnos, tanto en vidas como en bienes.

Vemos como son desvastados poblados enteros allende el Río Bravo, vemos como todo es arrasado por las fuerza de la naturaleza, pero no escuchamos que esos ciudadanos les griten un Auxilio a sus gobiernos pidiéndoles comida y techo. ¿Sabe usted porque? Por que para ellos la costumbre de la protección es antes que nada, cuando compran un auto no salen a rodarlo sin antes tenerlo asegurado, cuando compran una casa no la habitan si antes no han asegurado contra todo lo previsible.

Esa es la costumbre buena del gringo, la prevención para no sufrir la lamentación, ellos cuando adquieren su llamada aseguranza, (así la llaman ellos), revisan cuidadosamente y hasta con lupa todos sus renglones, nada dejan al azar, de ahí que, cuando sufren esas calamidades por las que estamos pasando, en lugar de gritar a los gobiernos pidiéndoles ayuda, acuden a donde compraron sus seguros exigiéndoles el cumplimiento contratado.

Hoy estamos viendo como un Gobernador llamado Fidel Herrera acude a las compañías de seguros, en donde previamente adquirió esos preventivos para poder resolverle todos los problemas a un pueblo como el nuestro, indolente, falto de la cultura de prevención, amén de ello, jamás veremos que allá edifiquen fraccionamientos en zonas de riesgo, la administración que lo llegue ha hacer habrá de ir derechito a la cárcel si llegan a tener la desgracia por la que estamos pasando en Veracruz y Estados sureños, aún y cuando esas construcciones hayan sido muchos años atrás.

La desgracia es mucha, pero la fortaleza del veracruzano es más grande que cualquiera de las desgracias que podamos recibir, las cuales sin duda alguna las afrontaremos como todo lo que hemos afrontado desde que se tiene la historia de nuestro pueblo.

Del lamento estamos pasando ahora a la acción, una acción que mira para adelante y sin dar un solo paso atrás, unidos los veracruzanos hemos hecho frente hasta a invasiones, y si éstas nuevas desgracias son producto de la madre naturaleza no será la excepción para saber hacerle frente, ya lloramos nuestro dolor, viene ahora la unión del pueblo entero y unido para subir al escenario de la alegría, muy pocos días son los que le quedan a Fidel Herrera Beltrán, sepamos aprovechar aun incansable servidor publico que sabe hacer, de la desgracia, una nueva ilusión de vida, y mientras nos cae el veinte en cuanto hace a las costumbres gringas de la prevención, usted recuerde nuestros correos electrónicos que son: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com y Gracias.