HOMBRES DE FORTUNA:

José Luís Loyo Ochoa



Hemos sido testigos de cómo esos hombres que hoy tienen una posición dentro de ésta sociedad porteña, han sus fortunas en base a un trabajo arduo y arriesgando cada peso y centavo ganado en aras de multiplicarlo. Ejemplos tenemos muchos, pero citaremos por hoy solo unos cuantos.

Gerardo Poo Ulibarri, quien de empleado de una tienda de ropa adquiere en traspaso eso que el supo hacer un emporio del ramo de la fotografía, pero de aquella fecha en que ese Gerardo Poo empieza su negocio en un zaguán pasaron muchos años para que pudiera ir mirándose como lo que hoy es.

Antonio Chedraui Mafud, hoy dueño de una cadena de tiendas de papelería y juguetería en muchas partes del Estado y del País, empezó con una pequeña tiendita que atendía él y su padre, de ello hablamos de un lapso de casi cuarenta años de historia, en éstas dos personas el ejemplo que dieron a sus hijos fue el del trabajo, llevándoles a sus negocios en sus tiempos de vacaciones estudiantiles para laborar igual que cualquier empleado, lo vimos y nos consta, por ello lo referimos.

Sergio Torres Marín, hoy propietario de una cadena de farmacias, empezó igual hace ya más de cuarenta años, levantando la cortina de su negocio y poniéndole al enfermo esas inyecciones que solicitaban, al igual que los anteriores, supo inculcar en sus vástagos el compromiso y la responsabilidad por el trabajo, por ello ahora son los grandes hombres de empresa dignos de mención y ejemplo.

Pero existen otros que apenas han llegado al status de prominentes hombres de fortuna, y sin embargo no les hemos visto como empresarios exitosos invirtiendo aquellas sus primeras ganancias para arraigar y multiplicar las primeras, a esos nuevos ricos hemos que han llegado al servicio publico como empleados menores, en calidad de obreros de parques y jardines o como formadores de empresas que venden al municipio, en acuerdo con quien en su momento manda, mercancías a precios muy por encima de los reales, y con esas ventas que son muy por arriba de lo permitido hacer fortunas que en su calidad de empresarios han perdido por incapacidad, es decir, con honestidad no pudieron hacer de sus empresas la prosperidad que les legaron, pero en la ilegalidad disfraza de legal si han sido capaces de levantar millones, al grado de que, cuando adquieren el puesto de munícipes cierran aquellos negocios que fueron familiares y, para evitar darles a aquel empleado que laboró en el negocio familiar por décadas, los meten al ayuntamiento y le consiguen base y entrada sindical sin más méritos que el venir recomendados por él.

Y el que ayer llegó como obrero de parques y jardines con Roberto Bueno, con sueldo de 3 mil pesos mensuales, ese que diariamente pedía a un Rogelio López, al momento el Director del ramo de limpia pública y amigo íntimo de quien fungía de alcalde que, por esa amistad que le unía a la máxima autoridad intercediera para que le aumentaran ese sueldito de 3 mil pesos, los cuales no el alcanzaban para ir diariamente a donde vivía y que era un ejido vecino al del VILLARIN y al mismo tiempo para comer y mal vestir, y luego, cuando se pone de candidato al coatepecano Ávila Camberos, pide también a ese Rogelio López que interceda con Roberto Bueno para que le permita irse a la campaña del entonces candidato, pero que la mismo tiempo le siga pagando el sueldo que hora ya era de los 3 mil quinientos pesos mensuales, ello para poder subsistir en la campaña, ya que de no contar con esa entrada económica no podría irse con el Ávila Camberos.
TODO ese episodio de un Julio Saldaña Morán viene a colación porque demuestra la forma en que hombre puede ahorrar hasta el último centavo para exhibir hoy todas esas riquezas de las que goza el hoy candidato del PAN a la alcaldía porteña, y decimos que son riquezas por la sencilla razón de que, lo que se ve y observa no se puede ocultar con un dedo, el señor ahora ya no maneja personalmente SUS VEHICULOS, y decimos sus porque no le vemos solamente uno, sino varios, y de aquel ejidito de ocho hectáreas que pertenecían al padre ahora es un próspero rancho hasta con ganado y maquinaria propia.

Pero llega con el coatepecano Ávila Camberos como regidor tercero con la cartera del ramo de limpia publica, y como por arte de magia empieza la escalada de sus primeros peldaños al status de los millonarios, repetimos, lo que se ve no se puede ocultar, y esos botines de media suela y pantalones con remiendos en las posaderas y camisas de cuello deshilachado ya no queda nada, ahora, como regidor el señor empieza sus negocios con el ramo de la basura, lógico, era el ramo que le toca como edil. De aquellos tiempos en los que el señor subsistía con un mísero sueldito de tres mil pesitos mensuales ya no hay no el recuerdo, ahora sus miras son las de la silla de alcalde porteño.

Pero sigue la máquina de hacer billetes grandes, con el del cuatrienio de tan penosos y aberrantes recuerdos el señor sube al grado de Coronel, es decir, le dan la cartera no de un Director, sino que le fabrican la SECRETARIA de GOBERNACION municipal, en donde sigue la fabrica de hacer billetes grandes, lógicamente para irse preparando en ara de la silla presidencial del primer puerto de México.

Luego la diosa fortuna le premia con el puesto de LEGISLADOR local, en donde ya en forma más abierta empieza su campaña para su aspiración de hoy.

HUELA decir que, desde que arriba a la regiduría porteña empieza ha hacer su campaña para el puesto antes mencionado, es decir, lleva ya la friolera de poco más de 10 años en campaña, y aún con ello todavía tiene los billetes que se le ven y observan, mantiene un séquito de seguidores que aún están registrados como empleados en el ayuntamiento porteño, es decir, ese séquito que hace campaña con ese señor recibe un sueldo pagado con los erarios públicos, de ello han salido pruebas más que contundentes, no pueden ni tienen con que negarlo.

Pero falta algo que nos queda en el tintero, esas famosas cartas de no inconveniencia, esas que daba el alcalde Julen Rementería para que se llevaran a efecto las carreras en donde se tiño de sangre el Estado de Veracruz, si el alcalde no tiene el vicio, al menos no sabemos que guste de ese tipo de eventos, y el actual candidato es vecino de esos carriles en donde se generó todo el episodio sangriento que cubrió de sangre nuestra entidad, ¿a instancias de quien daba el Rementería esas famosas cartas?, alguien muy allegado a él (a el alcalde) es quien debía de pedirle dichas misivas firmadas para que se pudieran hacer esos eventos, y ese alguien debe de ser una persona que tuviera buen y mucha ingerencia con quien es la máxima autoridad porteña.

Quizá usted piense que estamos exagerando en nuestras apreciaciones, pero es parte de nuestra labor el tratar de observar lo que ojos que no tengan que ver con la política vean en forma inmediata y menos aún les parezca extraño, es decir, pensamos mal y la mayor parte de las veces acertamos, y mientras usted decide pensar un poquito recuerde que le esperamos en nuestros correos electrónicos donde trataremos de servirles con gusto: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx. Y loyocrucero@hotmail.com