Debates e ignorancia
Pobre pueblo mexicano


José Luís Loyo Ochoa
Junio 09/06



Veracruz, Ver. Mx. Hemos expresado a ustedes que somos muy afectos a dejar aflorar nuestros refranes populares, ellos, los refranes populares sentimos que es la filosofía de nuestros pueblo, y ese pueblo nuestro y del mundo muy rara se equivoca, sobre todo porque los refranes salen de la boca de la gente adulta y esa gente ha vivido sus experiencias las cuales plasman en sus refranes.

Así las cosas, al igual que todos los que de una u otra forma estamos inmersos y sujetos al devenir político de nuestro País, nos vimos en la necesidad de ver y de escuchar el famoso debate del pasado Martes seis de Junio, donde, quienes aspiran ha convertirse en los nuevos amos de México tratan de convencer a ese ciudadano llamado pueblote que ellos son la mejor opción que tenemos para el sexenio venidero, que ellos si podrán hacernos en verdad los felices y prósperos que tanto anhelamos ser, aunque mañana, cuando hayan llegado nos vuelvan a lo mismo que el Vicente Fox, decirnos que estamos en el País de Alicia y sus mil maravillas, aunque en la práctica cambie el nombre de Alicia por el de Martha.

Sentarnos frente a la caja idiota e idiotizarnos un poco más de lo que de por sí estamos fue una acción refleja, y creemos que no nos costó mucho trabajo.

Y empezamos ha escuchar sandeces de un lado y otro, creímos por momentos que estábamos en un torneo de tenis, viendo como se devolvían la pelotita uno a otro o como dicha pelotita caía en la red, pero, para poder expresarles con el debido respeto a ustedes lo que veíamos, nos vimos en la obligación de ver ese match completo, sin tiempo siquiera para hacernos una exquisita taza de café.

CIENTO TRES millones de mexicanos, mismos que estamos a punto de caer sin deberla ni temerla con los más desastrosos e ineptos de los candidatos que ahí demostraron, en cadena nacional, una absoluta incapacidad en materia de ser ni por asomo, los gobernantes que el pueblo nuestro necesita para poder irnos en pos de una prosperidad real y duradera que nos permita brindar a nuestros hijos un mejor y más firme futuro. Si usted amable lector tuvo la desgracia que nosotros tuvimos, de ver y escuchar esos absurdos expresados por quienes son los “mejores exponentes” de la política mexicana.

Creemos sinceramente que, si ellos se vieron después y junto con sus asesores se dieron a la tarea de analizar sus yerros, mínimo habrán de haberse reído por tanta estupidez vertida ante las cámaras a nivel nacional e internacional, tanta ansiedad por morder ese jugoso y enorme hueso llamado silla presidencial, y el ansia de enriquecerse a costillas del pueblo mexicano les hizo pulpa el cerebro.
Solo por tocar unos puntos, ese señor del partido de la pureza y la honestidad, ese partido que mucho se ha demostrado convierte en súper millonarios a los hijos de sus consortes, hermanos, primos, sobrinos y demás parentela, incluido claro está, los compadritos del alma, y que a no dudar están a la espera de que llegue el nuevo amo para salir de sus apuros y no volver ha preocuparse nunca más del mañana en materia de billetes, se dio a la tarea de tomarle el pelo a la paisanada y, sobre todo, a los parientes de esa paisanada que, como éste que mal les escribe, nos vemos en la necesidad de ir al vecino País del norte para poder darles un poco de mejoría a nuestras familias.

CREAR la tarjeta verde para que, quienes enviamos nuestras remesas no nos veamos esquilmados por quienes tienen allá sus casas de bolsa. Muy cierto que nos esquilman allá y también acá, desde que mandamos nuestros dólares hasta aquí a quien los recibe, sin embargo, ese señor ignora que todas las casas que existen allá son en más de un 90 por ciento, bien de mexicanos o de quienes al vivir allá son descendientes de nosotros mismos, pero esa casas de bolsas son y están debidamente registradas por la ley de hacienda de ese País, por lo tanto, compete a quienes, estando allá requerimos de sus servicios, investigar cuales son las más decentes en materia de cobros, es decir, cuales son las que menos nos puedan robar nuestros billetitos verdes y dar más nuestras familias al cobro de esos billetes transformados en pesos aquí en México.

Poner una casa de bolsa en; Los Angeles, New York, Houston y Chicago no será en modo alguno, la ayuda que se requiere, en USA existen CINCUENTA estados y en cada Estado existen cientos de condados, (ayuntamientos en México), así las cosas, poner tres o cuatro casas de bolsas en modo alguno remedia la cosa para los paisanos y en cambio la agrava para la economía de México con crear más centros de erogación de gastos, a esos empleados que se manden allá les tendrán que pagar en dólares, y las rentas de los locales también se tienen que pagar en esa moneda. Por favor que alguien le diga a ese señor que mejore sus alocadas propuestas para poder engañar mejor al pueblo.

Y QUE DECIR DEL peje López Obrador, ese en verdad que se quedó sin pizca ni gramo de cerebro, en verdad que por poco hasta nos ocurre una desgracia en la silla al oírle decir que él CREARA, de los cuarenta y cinco consulado que hay allá, CUARENTA Y CINCO PROCURADURIAS para la defensa del inmigrante.

Por favor, que alguien asesore en materia de política exterior al señor López, le diga las cosas tal cual son, que le diga que, un consulado es una extensión del territorio nacional pero única y exclusivamente para asuntos diplomáticos, que en modo alguno una embajada o consulado tiene ni puede tener atribuciones ni ejercer acciones que vayan más allá de los asuntos o quehaceres que tengan que ver con la diplomacia en materia de Relaciones Exteriores.

Quien el haya hecho creer a López Obrador que, un Presidente de México está facultado para imponer sus leyes en un País extraño la nuestro está más fuera de sus cabales que el propio López Obrador que tuvo el atrevimiento de decir esa tontería a niveles nacional e internacional.
Con toda seguridad que los vecinos del País del norte deben de haberse reído y destornillado de risa cuando les tradujeron las palabras de pejecito lagarto.

Mínimo habrán dicho que ahora si estarán bien, que esperarán a que un loco le vaya ha decir a sus tierra cuales leyes deben de poner e imponer para proteger a todo aquel que se cuele a su País. Si esa es la forma que tienen estos dos de los cinco aspirantes a la presidencia de México, bueno seria para el bien de éste pueblo que resucitara cuando menos el generalísimo Antonio López de Santa Ana, o ya de perdida aquel que fue conocido como el chacal Victoriano Huerta, con toda seguridad que con cualquiera de esos dos quedaríamos mejor que con alguno de esos dos que quieren ser los nuevos amos de México. Y mientras les cae el veinte y digieren estas líneas de hoy, recuerden que nuestros correos les esperan para tratar de servirles con el mejor de los gustos:
loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com