Política, Lodo y letrina
Ni en quien confiarse

José Luis Loyo Ochoa
Febrero 20/06

Veracruz, Ver. Nos ha tocado vivir muchas campañas políticas; alcaldías, diputación local, gobiernos estatales, diputaciones federales y las presidenciables, es decir, hemos estado inmersos en ese estercolero que aquí en México se le da el nombre de Política, pero hasta el momento actual, ni por asomo habíamos siquiera imaginado que, en un año al cien por ciento político, las cosas alcanzaran el clima de enrarecimiento que hoy está alcanzando y ya rebasando en cuanto a cordura se pueda referir.

Los políticos de hoy llaman corruptos (léase ratas de dos patas) a los miembros de partido opositor al suyo, ese que por espacio de poco más de siete décadas estuvo gobernando, y no les falta razón, es cierto, pero yo abundaría en el tema, y dicho abundamiento sería por la sencilla razón de que, la gran mayoría de los políticos de hoy, esos que provienen de los empresarios, ayer, antes de incursionar en política, hacían grandes fortunas al amparo del grupo político al que hoy tanto señalan de corrupto. Si señores, aunque usted lo dude, así se manejaban las cosas antes, la mayoría de los empresarios buscaban el cobijo de los del poder para enriquecerse abundantemente en perjuicio de las clases desprotegidas, las que siempre han estado bajo el yugo del poderoso, sea empresario o político.

Usted podrá decir que qué caramba le importa todo esto, pero la razón de exponérselo es porque, esos empresarios del ayer probaron ya las mieles del triunfo político, supieron que el poder empresarial aunado al poder político los hace todavía más poderosos, y de paso, dejan de necesitar el cobijo de los políticos, ahora ellos ya pertenecen a esa clase, luego el botín del pirata es para ellos solitos, es decir, ya no tienen que repartir las ganancias para poder hacer los grandes negocios en aras de acrecentar sus fortunas.

Volvemos: ¿A usted que caramba le importa todo esto? ¡Seguro que le importa!, el futuro de sus hijos y suyo mismo está en juego en éstas contiendas en que está en juego la más alta jerarquía del País, ni más ni menos que la Presidencia de México, y en ese barco está subido todo el pueblo, con el único y consabido asunto que es un barco de lujo donde esa extirpe de empresarios hoy políticos van en una primerísima clase, la de cubierta, donde el mar y el cielo se gozan por igual, los opositores van en clase primera, un poquito más bajo que la de los empresarios políticos, y así sucesivamente van escalonados los otros, pero la clase ciudadana, esa a la que pertenecemos usted y yo vamos en los cuartos de máquinas y en las cocinas, donde todo es hedor y podredumbre, donde casi ni respirar se puede por que ni el aire nos llega, a menos que sean las flatulencia de los de las clases empresarial y política. ¿Ya lo digirió?, ¿Verdad que si termina por interesarle?, y no es para menos, nada puede ser igual después de haber probado las mieles de la gloria, y ahora que los tiempos ya anuncian cambios, esos que tienen el poder hacen uso de él para aferrarse con el afán de no soltarlo, promueven todo tipo de escándalo para desatender la atención ciudadana y que esa distracción sirva para agarrar aire en pos de salvar su clase de primera.
¿Cree usted que todos los escándalos salen del ciudadano común?, ¡Por favor!, solamente quien tiene el poder es capaz de filtrar todo lo que a la fecha vamos viendo, oyendo y muy bien leyendo a todos los niveles. Primero, distraer al vulgo para que no preste atención al asunto de los hijitos de la señora Martha, con ello pueden ganar tiempo para acicalar todo y esconder lo más posible cualquier cabo suelto que, mañana, pueda ser el riesgo de esos hijitos de la señora presidenta vayan al frescobote, (cárcel), así, mientras el vulgo esté en el limbo con los lodos que se ventilan sobre los demás, los amos de hoy pueden hacer que algo de todo lo malo se oculte y el riesgo sea menor, total, estamos en México, y aquí los delitos bien manejados pueden alcanzar la fianza que los libre de la cárcel y a gozar de las fortunas hechas con la sangre del pueblo.

Bajo ningún concepto estamos exculpando al Gobernador de Puebla, Mario Marín, eso está en materia de esclarecimiento y debe de quedar todo aclarado con la responsabilidad que le resulte (que sin duda alguna le resultará) al gobernador poblano, y éste tiene que pagar con todo el peso de la Ley, aunque estando en México esa Ley la hagan a su medida.

¡El Peje LAGARTO! Ello también es otro tema preocupante, sencillamente, cuando fungió y fingió ser gobernante del Distrito Federal, las situaciones que ahí se dieron no fueron bajo el agua, el señor López Obrador no es ningún tonto, pensar o decir que él no sabía nada y todos los robos los hacían a espaldas de él, es tanto como decir que el López Obrador era un tonto o un inepto, y eso estimados lectores es demasiado infantil para aceptarlo, hasta insultante resultan esas afirmaciones para la ciudadanía, es tanto como decirle al defeño no tonto, sino #$emdejo, y en verdad que el pueblo defeño no se merece ese calificativo ni por asomo de broma, luego entonces, si antes en su administración hubo raterías, como serían las cosas en todo el País si el señor se ciñera la banda Presidencial?, ¡Hay nanita!, ni con el santo niño de atocha nos salvamos todo el pueblo mexicano, pero si usted duda y se niega a aceptar ésta situación, solo vea de quienes se ha rodeado el virtuoso López, y si no logra ver bien le recomendamos el oculista y sus lentes.

VAMOS con el otro tabasqueño, ese al que desde un inicio sus mismos compañeros no le querían, y ahora, al paso de la campaña las cosas van de mal en peor con él, hasta ahora no ha logrado pasar de ese tercer lugar en que inicio, y como se miran las cosas difícil y casi imposible que logre romper esa barrera que lo mantiene en tercera, sobre todo por la muy sencilla razón de que la mayor parte de las piedras y rocas que vienen poniendo en su camino salen de la gente de su mismo partido político, eso lo sabe el propio Roberto, y aunque quiere sacudirse a los que no le quieren, nada ha podido hacer para ello.
EN VERDAD amable lector, las cosas en México están como sopa de mariscos puesta al sol desde semanas atrás, todas descompuestas y apestosas, aunque no somos apegados a las iglesias, estamos creyendo que de ésta solo un milagro nos salvaría. Mientras usted reza y nosotros aprendemos a rezar le recordamos nuestros correos electrónicos para servirle:
loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com