Gelipe, amarra a tus mastines
Pueblo con miedo es peligroso

José Luís Loyo Ochoa
Febrero 27/07



Veracruz, Ver. MX. Cierto que el pueblo Mexicano requiere de una estabilización cuanto a su estado de seguridad se refiere, cierto es que la delincuencia organizada ha sentado desde hace un buen tiempo sus reales en todo el territorio nacional, más aún, se recrudecieron sus acciones desde el gobierno de la Martita Asegún, y el mandil del Fox, que fue la época que los malosos lograron su asentamiento más firme y abarcaron todo el País, quien lo dude le está haciendo al Tío Lolo o de plano comió de la mano de esa pareja ex presidencial.

¿Veracruz seguro?, por favor, a éstas alturas del juego en Veracruz no se sabe de quienes se debe uno de cuidar, si de los malosos que dan la cara en sus ataques o de los encapuchados que se ostentan como “defensores del pueblo”, las acciones que vienen cometiendo en toda la entidad éstos nefastos “servidores de la ciudadanía” hacen ahora andar más temerosos que cuando solo nos teníamos que cuidar de los llamados hampones, hoy, los malos son un dulce comparados con los esbozados que se supone vienen ha cuidar al pueblo, agraden al ciudadano y sobre todo, ahora se lanzan contra de los medios de comunicación que cumple con el trabajo de informar a la ciudadanía para que ésta pueda cuidarse de los encapuchados y de los llamados mafiosos, no se vale, mejor no nos defiendan.

Los emisarios del Gobierno Federal que supuestamente vienen con la consigna de apoyar al cuerpo de policía del Estado en el combate, sobre todo del narcotráfico, se han salido ya de sus funciones en un buen número de ocasiones, sabido es que esos sujetos extralimitándose y amparados con sus insignias federales han robado a ciudadanos tanto e los retenes que se ponen en las carreteras como en las incursiones que hacen en las estaciones de autobuses de pasajes foráneos, solo en la ciudad y puerto de Veracruz despojaron en la central camionera a un paisano que venía de visita para ver a su familia en la zona de los Tuxtlas, el despojo y más que nada robo en esa ocasión fue de los TRES MIL DOLARES, y el afectado prefirió quedarse sin su dinero ha correr el riesgo de sufrir alguna agresión en caso de quejarse.

En los centros de diversión de los ahora llamados antros, donde quienes asisten son jóvenes de las distintas clases sociales de nuestra ciudad, los llamados operativos de revisión dejan a muchos sin siquiera los veinte o treinta pesos para su taxi de vuelta casa, y ni a quien irle ha reclamar una vez que se han ido esos facinerosos encapuchados. En verdad que, al día de hoy son más lo atropellos que cometen esos sujetos que los beneficios que han aportado por los ciudadanos, la ciudadanía a éstas alturas ya tiene más miedo de encontrarse con quienes ven esbozados que con los maleantes, de éstos últimos todavía se puede uno defender, pero de los esbozados, con el con de que son representantes de la ley, y ésta ley es Federal, toda posibilidad de defensa queda nula, y si alguien se atreve a reclamar lo mínimo que puede ir perdiendo son los dientes de un culatazo o macanazo propinado no por uno, sino por grupos que forman y que no dejan un mínimo de defensa para el ciudadano común, amén de que el agredido no puede denunciar por la atenuante de que no sabe quien es o quienes fueron esos que le agredieron o robaron ya que todos van esbozados.
ADUCEN para su beneficio que el ir encapuchados es para su protección, pero ello lo único que les brinda de protección es dejar al ciudadano en indefensión, ya que huelga decir que a nadie se puede señalar por el sencillo hecho de que a nadie se puede reconocer, si para que nos podamos sentir protegidos debemos de tolerar a sujetos como éstos, que lejos de darnos una verdadera protección nos vienen a ultrajar peor que los delincuentes, mejor seguimos al estilo antiguo y nos defendemos de los malos nosotros mismos.

Piense usted amable lector, si son capaces de agredir a medios de comunicación que sabido es que no habremos de quedarnos callados, que habremos de unirnos a una sola voz para ir a denunciarles aunque nos se pueda dar un señalamiento directo de quien o quienes fueron los agresores, ¿Qué puede esperar el resto de los ciudadanos?, no se vale, si el presidente y su gobierno quieren en verdad velar por la paz del pueblo no están demostrando que pueda darse con ese tipo de personas, cierto que tratar de ir contra de los malos es cosa seria, pero si los malos dan la cara y en caso dado uno los puede señalar, en cambio que con éstos que van esbozados nadie puede saber quien o quienes fueron los que nos ultrajaron.

Por favor SEÑOR GELIPE, AMARRE A SUS MASTINES, aunque en la realidad no sean tan mansitos como esa raza, más bien parecen a los BULL TERRY, son tan feroces como el can que adiestra para esas famosas y denigrantes peleas de perros, lo malo que aquí quienes somos las víctimas no somos otros perros como ellos que se puedan defender, somos todos de la ciudadanía trabajadora que lo más que sabemos de un pleito es aventar mentadas del diez de mayo. No se vale que sigan abusando de un pueblo, lo menos que queremos es que nos defienda gente así, o al menos que, cada vez que nos manden esa jauría les hagan muy minuciosos examen atidoping para saber en que estado de brutalidad nos llegan, ya tocará al pueblo escoger si nos arriesgamos a ir a la calle o esperar a que se vayan por donde ellos vengan, hoy estamos peor que cuando empezó el revuelo de las mafias y no se vale.

Y mientras esperamos que vengan los encapuchados por nosotros para llevarnos ha dar una calentadita por andar exhibiendo lo que en realidad son, usted no olvide que estamos para tratar de servirles en nuestro correos electrónicos en lo que podamos y mientras nos dejen: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com