¡Ojo! doctor Duarte
No todo es fidelidad

José Luís Loyo OCHOA
Febrero 19/10




HUMILLAR AL SEMEJANTE ES PRIVILEGIO DEL PODEROSO, Y PRIVILEGIO
DEL HUMILLADO ES VER CAER AL PODEROSO. J. L. L. O. 19/02/10




Veracruz, Ver. MX. Hemos venido observando que, desde que el doctor Duarte empezó a sonar como posible aspirante a la candidatura al Gobierno del Estado por las siglas del Partido Revolucionario Institucional –PRI-, muchas caras conocidas se le han arrimado y, les vemos incluso sirviéndoles hasta de chofer, hasta aquí podría decirse que es buena la adhesión, sumar vale y lo que es mejor, en muchos casos fortifica al aspirante, pero el detalle se puede soslayar si las caras que vamos mirando son del todo confiables, y aquí es donde entra el eterno “pero” de siempre.

Ramón Ferrari Pardiño es, a no dudar, la persona que vemos más en las presentaciones a las que acude el doctor Duarte, y aquí es donde nos preguntamos como es que ha podido colarse entre el grupo de colaboradores del aspirante una persona que tan negro historial dejó como Secretario de SAGARPA en la administración del licenciado Miguel Alemán alguien que demostró no ser nada confiable, y no es para dudar, si la persona de Ramón Ferrari hubiera dejado buen historial en la pasada administración, a no dudar habría sido llamado por el licenciado Fidel Herrera para ocupar algún cargo dentro de su Gobierno, sin embargo no fue así, y ese no debe de ser por algo que pone en tela de duda y juicio a quien no dejado muy buena huella en los encargos que ha desempeñado.

Y aquí viene una de las tantas historias negativas que existen con la figura del ex de esa administración alemanista, y decimos que “una” por la sencilla razón de que forman sus rosarios completos las anécdotas de pilleriaza que se tejen en el traje del doctor Ferrari.

Fungiendo como secretario de SAGARPA, por órdenes del licenciado Miguel Alemán a manera de proporcionar ayuda a la gente de la Mixtequilla, se ordenó la construcción de una planta procesadora de maíz, con lo cual presumiblemente se habría de ayudar a toda la gente de esa zona a comercializar mejor sus productos del campo industrializando sus cosechas, sin embargo, a éste día ese programa sigue durmiendo el sueño de los justos y así habrá de quedar por obra y gracia de un Ramón Ferrari.

El arquitecto Luís Martín Romero Jiménez fue el encargado de hacer las instalaciones y éstas fueron inauguradas con bombo y platillo por el entonces Gobernador Alemán, con la finalidad de dar realce al evento llevaron una planta de Luz para que el ejecutivo y la comitiva que iba con él prendieran y echaran a andar dicha planta. ¿Por qué llevar hasta ese lugar una planta de luz?, por la sencilla razón que ahí no existía la luz eléctrica, pero esos no fue todo, la mencionada planta que supuestamente era para procesar el maíz era en realidad una planta PROCESADORA de CAFÉ, ¡Si, leyo usted bien!, de café, nunca le dijeron al licenciado Alemán Velasco que con esa planta jamás podrían procesar algo para lo cual no estaba echa, menos le dijeron que en esa zona no existía cableado ni luz eléctrica para que pudiera funcionar planta alguna, lo que ellos hicieron creer que sería la octava maravilla para la gente de esa zona en realidad eran fierros viejos.
Pero si usted cree que aquí termina el asunto esta muy equivocado, lo mejor viene ahora cuando el arquitecto que construyó la obra para esa obra teatral quiso cobrar el precio ya pactado por haber construido el teatro donde engañaron al entonces gobernador.

Al arquitecto Luís Martín Romero Jiménez le debían en la secretaría $250,000.00 pesos por haber construido esa obra que sirvió para hacer la obra teatral, pero, como el doctor creía que el citado arquitecto no habría de cobrar su dinero, se dio a la tare de firmar con su puño y letra la póliza del cheque respectivo falsificando la firma del constructor, y de la esa misma forma también falsificó la firma en el banco para cobrar el citado importe.

¿Increíble?, ¡Pero cierto!, fue el mismo arquitecto Romero Jiménez quien, avisado que a su nombre ya había salido el cheque, se presentó al banco a donde le informaron que ya había sido cobrado por el mismo doctor Ferrari Pardiño, por lo cual, con las pruebas del latrocinio se apersono en la secretaría para exigir al doctor el reembolso del importe, lo que, muy a su pesar, el “honesto y honrado” doctor Ferrari Pardiño tuvo que hacer, y de negarse el arquitecto le haría el mayúsculo escándalo junto con la demanda judicial que no tendría ni vuelta de hoja en contra de quien falsificó su firma doblemente.

OJO DOCTOR DUARTE, no inventamos nada, todo está perfectamente documentado y existe aún en éste mundo de los vivos el arquitecto Romero Jiménez.

Por ello le decimos al hoy aspirante a la candidatura para el Gobierno de Veracruz que, si el licenciado Fidel Herrera Beltrán no brindó cobijo en su administración a quienes ya conoce, por algo debe haber sido, y la historia no para ahí, existen muchas anécdotas del ex alcalde y ex secretario, las cuales habremos de irlas dando a conocer conforme vayan siendo oportunas y aras de irle abriendo paso creíble al doctor en caso de que quede por su partido como candidato al gobierno del estado, ello, con la única finalidad que de que lo vayan a destrozar sus oponentes por traer consigo gente de malos antecedentes dentro de la política estatal. Por hoy solo nos resta recordarles nuestros electrónicos donde con gusto le atenderemos: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com
para tratar de serviles.