¿Buenos V.S. malos?
En que película pasa?

José Luís Loyo Ochoa
Septiembre 14/09



PADRES Y GOBIERNOS DEBEN SER EJEMPLOS HA SEGUIR, PADRES MALOS Y GOBIERNOS IDEM NO PUEDEN DAR BUENA FRUTA. J. L. L. O. 14/09/09



Veracruz, Ver. MX. Hoy la política mexicana es un ring donde están contendiendo, para favor del pueblo los “buenos”, es decir, aquellos que ayer fueron y hoy buscan de nueva cuenta volver ha ser, y por el lado contrario los que llegaron y, en dos sexenios llegaron a demostrar que no; no pueden, no saben y, lo peor, que salieron peores que los otros, el ansia de enriquecimiento en los que hoy son a sido por demás demostrada en todas esas acciones que han logrado sumirnos a los mexicanos peor a como estábamos en el ayer.

México está a un paso de “celebrar” dos acontecimientos que deberían de ser motivo del más puro orgullo, sin embargo el día de hoy tales acontecimientos solo nos dejan pauta a un desosiego propio de esa incertidumbre del diario vivir, es decir, de un vivir sin una esperanza para nada y para nadie, la situación que ayer vivíamos con el anterior amo en comparación a la que hoy estamos mal viviendo con el nuevo amo da como resultado el añorar el tiempo pasado, el anterior gobierno robaba pero dejaba comer al pueblo, ahora el nuevo gobierno roba, pero roba mucho más que todos aquellos del anterior gobierno y no dejan el mínimo de posibilidad de supervivencia para el pueblo, y aquí es donde se marca la diferencia entre el uno y el otro.

Hemos visto y sabido cuantas fortunas se han hecho entre los nuevos actores, fortunas a cual más insultantes, pero solamente se permiten esas acciones entre ellos mismos sin la posibilidad de que nadie más entre en ese círculo de nuevos millonarios que no ricos, en donde nos están haciendo vivir aquellas películas de los antiguos reyes de la edad media con la diferencia de que en ese entonces aventaban las sobras de alimentos al pueblo, la diferencia estriba en que ahora hasta esas sobras las avientan solamente a quienes son el grupo de sus sirvientes o lacayos, y son éstos los que reciben esas sobaras los que le dan el apoyo a los nuevos grupos de amos que están desbaratando al País llamado México.

Busque usted una película vieja, en donde aparecen los nobles en sus comilitonas y esas caras hambrientas que se ven las ventanas esperando les avientes los huesos son aquella parte del pueblo de ese entonces, así estamos hoy, pero, repetimos, en la escena del hoy esas caras son solamente la de los sirvientes de ellos, de los nuevos amos, el resto que es la mayoría de los ciudadanos estamos en los campos cortando hierba con las manos para poder aspirara a comer algo, y para colmo de males, ahora hasta esa hierba del campo la quieren cautivar con más impuestos para impedir que podamos alimentarnos aunque sea con eso, seguramente piensan que un pueblo saciado de hambre puede ser peligroso y le habrán de impedir a toda costa ese alimento, ni siquiera en los tiempos de Santa Ana los gobiernos de ese entonces habían sido tan ruines como están siendo los de ahora, nadan en la abundancia pero al pueblo no le permiten arrancar una sola hierba para hacerse un mugroso caldo con su hierbita, temerosos de que, al alimentarnos con algo tengamos las fuerzas suficientes para alzar un azadón en contra de ellos, quizá tengan razón al tener la fuerza de al menos lanzarles una mentada todo el pueblo lo haría a una sola voz.
Y como en aquellas viejas cintas de celuloide vienen ahora las nuevas estirpes de los del viejo imperio en pos de reconciliarse con los pueblos, hoy vienen los que podríamos ver como los hijos de los viejos reyes, más modernizados y con nuevos conocimientos, esos príncipes blanden nuevas espadas más filosas y de mejores aceros, capaces de extirpar a un árbol de raíz de un solo tajo, al menos así es como nos lo vienen planteando en todos esos discursos de la nueva ola, mismos que no dudamos hayan sido escritos por aquellos que les mandan al nuevo combate en aras de la reconquista del reino perdido, y no están los tiempos para andar desperdiciando nada, por lo mismo, los nuevos amos, sabedores de que ésta puede ser su última batalla tratan a llevarse lo más posible para que mañana puedan volver a competir por la recuperación de lo hoy ya saben habrán de perder.

Ponga usted que seamos ciento diez millones de mexicanos, de los cuales solamente van en el carruaje de la abundancia un máximo de CINCO millones, luego entonces los 105 millones que vamos empujándonos para abrir la boca cuando ellos avienten las sobras y poder comer habremos de seguir esperando que sus fiestas empiecen, hoy estamos a esa espera de ver como harán los nuevos emisarios de los viejos jerarcas, los de las espadas con aceros de mejor calidad salvando a la ciudadanía que ya se ahoga sin miras de poder salvarse ya que no tenemos fuerzas para luchar.

Las legislaturas del ayer era regla no escrita que las oposiciones pusieran precio a votos e inclinaciones para las aprobaciones de las iniciativas envidas por el rey en turno, ahora es cuando habremos de ver y comprobar cuantos de los nuevos emisarios sucumben por el oro que los sicarios del rey le envíen para la inclinación del la balanza a favor de esas iniciativas que mande el ejecutivo. En verdad que deben de ser fuertes esos emisarios de la nueva guardia de escuderos, la tentación en esos casos es grande, tan grande que está por arriba de cifras imaginadas en pesos, y si el rey en turno decide enviar su tentación a los nuevos emisarios traducida en dólares será más fuerte dicha disyuntiva, ayer en esos casos extremos un voto a favor podía cotizarse en un millón de pesos, pero al día de hoy las cosas han cambiado, los altos de la vida deben de haberse duplicado o triplicado, eso será según el cristal con el que gobierna el federalismo pueda valorar su estadía con ese poder que casi se les está yendo de las manos y, sobre todo, de los bolsillos.

Quienes saben y han estado en la política grande saben que no decimos mentiras, en ese Palacio Legislativo de San Lázaro y en de la calle Xicontencatl todo tiene un precio, ese precio es acorde a lo que se trate, y lo que hoy se juega es la estadía en el poder del País llamado México, por lo tanto, las cuotas por la inclinación de esa balanza deben de estar por la nubes, cada uno de los 237 emisarios de la nueva esperanza de México debe de ir como la bolsa cuando está en auge, al alza, por lo tanto cada voto debe de haber subido al máximo, de ahí que, si logramos comprobar que los nuevos emisarios impiden a toda costa que sigan esquilmando al pueblo los que están con las maletas detrás de la puerta, entonces si que podremos confiar en todos ellos.

Son humanos, por lo tanto no podemos guardar esperanzas en todos, entre ellos van los que la diosa fortuna les ha negado mucho, de ahí el temor que, ante la tentación puedan sucumbir, y mientras ese día llega usted recuerde que nuestros correos siguen tratando de servirle en lo que se pueda y, sobre, en lo que nos dejen quienes mandan aquí y allá: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotamil.com