¿La justicia es ciega?
¿Habrá ahora justicia?

Por José Luís Loyo Ochoa
Agosto 26/09


CUANDO LOS PODEROSOS BUSCAN CULPABLES LOS DÉBILES SON PRESA FACIL DE ESA BÚSQUEDA. J. L. L. O. 26/08/09




Veracruz, ver. MX. Ocho agentes de tránsito municipal fueron privados de su libertad al quedar supuestamente arraigados, que contra todo lo que digan al no recluirles en penal es, se quiera o no privación de la libertad, y esa privación lleva consigo un descrédito en toda la extensión de la palabra, tanto para quienes son recluidos como para sus familias, y quienes más sufren ese tipo de vejaciones son los hijos de quienes quedan como tales merced a que son señalados por quienes tiene el omnímodo poder para hacer y deshacer vidas enteras a su arbitrario arbitrio.

Lamentable es la desaparición de una persona, sea ésta quien quiera que sea, pero quien tiene el poder de señalar lo hace en las más de las veces por que tiene el poder para irse sobre quienes quiera hacerlo, a esa gente, los del poder, nada absolutamente les importa todo lo que su acción pueda dañar a quienes ellos consideren puedan tener alguna culpa en sus investigaciones, mismas que nos hacen recordar aquellas fiestas de barriada que se hacían más que nada en la época de las famosas posadas, donde quien le tocaba pasar a darle con palo a la piñata se le vendaba los ojos y así, con los famosos palos de ciego, se ponía tirar palazos a diestra y siniestra, y muchas veces alguien salía descalabrado en aras de un juego “inocente” en donde todo mundo participaba.

Eso es lo que hoy muchas de las veces quienes tienen el poder hacen con quienes creen tener algún indicio de alguna culpabilidad por el delito que sea, pero para hacer válida su ignorancia en cuanto al saber quien o quienes estén inmiscuidos al quebrantamiento de la Ley, recurren a lo que hoy llaman arraigamiento, lo que dicho de cualquier forma es una privación de la libertad de los señalados, y como decimos líneas arriba, la acción le deja al señalado con descrédito ante la sociedad donde vive, inmiscuyendo a todos y cada uno de los miembros de su familia.

Quines resultan después de esas privaciones de su libertad con alguna culpabilidad son recluidos en algún penal, pero quienes resultan inocentes al no encontrarles pruebas que ameriten su reclusión definitiva son puestos en libertad sin más ni más, sin resarcirles en y ante la sociedad donde viven de aquella honorabilidad de la que gozaban hasta antes de esa privación de su libertad.

La sociedad en su conjunto es dura para criticar, somos seres humanos que hacemos el peor daño posible a quien o quienes hayan caído en la desgracia de un señalamiento que permita poner en tela de duda su honorabilidad, de ahí que ésta misma sociedad sea más dada ha hacer escarnio de quienes se hayan visto señalados por autoridades en busca del culpable de tal o cual delito, y si al término de esas dizque investigaciones resultaron sin pruebas para fincar el delito perseguido a quienes ellos señalaban, con ponerles libertos sin más ni más creen haber cumplido con un deber legal, pero dejan en el lodo a quienes tuvieron las desgracia de haber sido señalados por ellos.
A éstas fechas ya deben de estar en libertad los miembros de la dirección de tránsito del municipio de Veracruz, y al quedar libertos es por la sencilla razón de que en casi todos esos ochenta días que les tuvieron privados de su libertad con ese disfraz que ellos dicen es arraigo, no les pudieron encontrar relación con el quebranto a la ley en su modalidad de; secuestro, crimen o encubrimiento de quienes señalaban en ser de alguna manera los partícipes del desaparecimiento del Director de la Aduana del puerto de Veracruz, que dicho sea de paso son sucesos lamentables a no dudar, pero que, en su afán de encontrar culpables desgracian a quienes ellos tengan la creencia de tener participación en el acto.

¿Quién habrá de resarcir ante la sociedad a un Héctor Peñafiel y subalternos que junto a él estuvieron privados por esa espacio de casi ochenta días?, ¿habrán de devolverles sus trabajos con los sueldos que no devengaron durante ese período de tiempo?.

Para la privación de su libertad se encendieron todas las candilejas habidas y por haber, tanto en lo estatal como en lo nacional, sus nombres quedaron, quieran o no reconocerlo manchados por la tela de duda ante una sociedad que, repetimos, es la dura a la hora de juzgar, sin embargo, cuando se trata de resarcir siempre encuentra una y mil dudas para brindar el voto de confianza a quienes tuvieron la desgracia de caer en el señalamiento.

Ahora viene para quienes a éstas horas deben de estar en libertad lo peor, enfrentar a los que ayer hicieron escarnio de su situación, recordemos que la ciudadanía junta es igual a los niños, mordaces y sumamente crueles en su juzgar, y a esos es a los que ahora deben de enfrentarse esos a los que no les pudieron culpar de un delito que perseguían contra de quien fuera, para las autoridades lo único que importaba era encontrar los chivos que pudieran hacerles quedar como héroes ante esa sociedad a la que ahora arrojan a los que dejan en libertad. Solo queda saber y esperar que así como fueron enjundiosos en buscar alguna culpabilidad en los que señalaban, ahora que quedan libres hagan pública y a voz en cuello el motivo de darles esa libertad, que digan a la sociedad en su conjunto que no les encontraron pruebas incriminatorias y que, por ese motivo son puestos en libertad en forma absolutoria y sin nada que perseguir.

Sabemos que s mucho pedir, quienes tienen el poder son en su mayoría ególatras que no saben pedir disculpas por nada, actúan con el poder que les brinda la misma sociedad a la supuestamente deben de servir pero que, como parte de la jungla en que vivimos usan para servirse de ella, en lo persona siempre creí en la inocencia del amigo Peñafiel, sigo creyendo en ella, vaya entonces desde éste espacio un sincero abrazo al amigo Héctor y a quienes junto con él hoy son nuevamente parte de ésta ingrata sociedad en la vivimos pero, al fin y al cabo, en la que tenemos la inevitable necesidad de vivir, mientras usted no olvide que nuestros correos siguen a sus órdenes para tratar de servirles con gusto: loyocruceropolitico@yahoo.com.mx y loyocrucero@hotmail.com